jueves, 29 de marzo de 2007

El arbol de la vida.


Sinuosa, cavilante, esperanzada, luciferina
Atrancada, enraizada, malicienta, taciturna
Dichosa, desdichada, angulosa, grande, endiablada
Absurda, intrépida, sibilante, alucinada
Rutilante, enervada, oscura, ampulosa, terrible
Espejeante, luminosa, susurrante, ruidosa
Jubilosa, fantasiosa, enfática, silenciosa
Aparente, golosa, extraña, rísípida, imprevista
Vasta, ululante, caseiforme, pedestre, contemplativa
Caótica, entrópica, enrevesada, tosca, valiente
Bella, enroscada, soluble, prístina, gris, colorida
Vivida, ensoñada, vitriólica, quejosa, dolorida
Zalamera, celestial, picante, bastarda, liviana, errabunda
Curiosa, dormida, llameante, quijotesca, bárbara, una
Posible, irreal, colgada, pasada, futura, dúctil
Leve, voráz, jícara, acabada, lumínica
Dialéctica, omnípata, verdadera
¡¡¡ Vida, querida vida !!!
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Mercedes Sosa
Gracias a la Vida (Violeta Parra 1965)

viernes, 23 de marzo de 2007

Nociones de Historia. Por Nacho Nuche

Nacho Nuche, gran amigo, filosofo, teatrero y mayormente payaso, me ha remitido una hermosa historia, la cual viene referida a un discurso de José Mari; aquel susodicho que desee leerlo, tendré la amabilidad de mandárselo. Así sin más os dejo con estas Nociones de Historia.

Sin desear amargaros la tarde, la mañana, la cena o el vermú, quisiera haceros reflexionar sobre una serie de cuestiones que nos atañen a todos.

La escena es la siguiente: Hay un señor con un micrófono, un auditorio con las ganas metidas en la billetera. A su lado, otro señor, que se paga asimismo por propalar unas ideas que en sus ratos libres rechaza con lujuria. El señor de la chaqueta de hilo y el señor de las ideas acaban de fumarse un puro hasta las siete de la tarde, después de haber degustado un entrecot con guarnición de verduritas, un consomé de primero y unos Riberas que son dádivas que se hacen los miembros de la cuadrilla de Onésimo de Redondo. Hay una fragancia por encima de las chaquetas, una limpieza que es pureza de sentimiento hacia lo que ya no existe, pero que está presente hasta aniquilar lo que es visible en ese momento. Cuando el señor del bigote en el café, energético líquido que se cuela en el estómago pidiendo paso a gritos, llega al centro cultural del pueblo donde escolarizar a un niño es tan caro como el salario mínimo, las señoras ya han dormido la siesta, han paseado al perrito y salen de casa con el propósito que les levantó de la cama esa mañana. Si no, igual dormían un poquito más. Pero esa tarde tocaba un poco de cultura. Y de historia, de la Historia de España, que ya ves, los chicos de hoy en día sólo quieren andar con la moto y jugar con esa cosita que los maridos ya no levantan. En fin, será designio del Señor. Pero es que hablar de la historia de esta Nación, es remitirse a su grandeza, a los personajes eternos, de los reyes paleocristianos que conservaron la esencia hasta Cánovas que es como el Cid moderno. Todo en ella es limpio, exacto y absoluto. Como la verdad.

Pero ay!, se lamenta el marido, topándose con un lamparón en su camisa, hubo otro señor que no aparece por ningún lado, ni en los discursos ni en los símbolos. Mejor no nombrarlo vayamos a incumplir las normas del buen decoro. Si para enseñar una bandera franquista tengo que disculparme, mejor guardarla en casa, en el salón, sobre la cómoda, en el descansillo, o en el coche.

Franco no existió. Quiero decir, no lo nombraremos para que no piensen que España pudo ser un Estado totalitario, una dictadura, todo aquello se borró como el tizne que destila la grasa . Vivimos en tiempos de dieta, de estética, vamos a maquillar la Historia.

Hacerla todos juntos, reconocernos los errores, los asesinatos, los valores exclusivistas, una identidad común basada en la Verdad, en reinvidicar lo que fue robado, buscar cómo hacer política, rehacer la memoria,...todo aquello son pamplinas y ganas de perder el tiempo de los bobos, de los anti-españoles. Si no me creen, lean, lean...

- En primer lugar, tenemos la proyección. Es decir, arrojar sobre los demás lo que está dentro de uno mismo.

- Después tenemos nociones de Filosofía. Se trata de distinguir entre los hechos, objetivos, definitivos, irremediables, y la interpretación de los mismos, que están sujetos a las creencias de cada cual, es decir, son subjetivos y tienen siempre que estar acompañados de cautelas.

-En tercer lugar, nociones de política. Desde Grecia, sabemos que ser ciudadano, incluso absteniéndose de serlo, implica hacer política, y que no hay manera de considerar uno sin tener en cuenta lo otro.

viernes, 16 de marzo de 2007

El cine durante la Guerra Civil: Parte I. Justificación

Introducción metodológica e ideológica.Aproximación al problema de la Historia del cine.

Lo primero que debemos de plantearnos es el porqué de este trabajo, que es aquello que me han inducido en indagar en el periodo acontecido entre 1936 y 1939, durante la Guerra Civil Española y sus producciones fílmicas, evidentemente como nos vamos a enfrentar para poder esbozar dicho trabajo, cual será la metodología a seguir y los planteamientos teóricos acerca de la historia y las creaciones artísticas, esto es, como podemos concebir el problema de analizar históricamente y artísticamente las creaciones humanas y la relación de esta con la sociedad que la define, sobre todo en tiempos de guerra, donde el artista esta “sometido” a la realidad en la que vive, sin poder, en cierta manera, innovar o investigar en la creación, como por ejemplo, el Goya de la guerra de independencia.
El primer problema que nos encontramos es como estructurar la ingente información; todo análisis se define en buena manera en dicha estructuración de los datos recolectados, así plantearse seccionar el análisis, por variables de tiempo, cronológicamente, es prácticamente inviable, ya que ¿Cuándo consideramos se realiza una obra fílmica?,¿ Cuando se filma, cuando se monta, o cuando se expone?, con obras de otra índole, se considera con normalidad, cuando se finaliza el trabajo, cuando el creador la considera acabada, pero con la creación cinematográfica tenemos un problema, para datarlo cronológicamente, al que se suma la difícil situación de guerra que estudiamos, esto es, muchas creaciones que debemos de mencionar y analizar, ya que son necesarias para comprender la Guerra Civil, como por ejemplo, las películas como Sierra de Teruel de Malraux o Ispanija de Roman Karmen, fueron concebidas en plena guerra civil y estrenadas cuando la guerra había concluido en 1939, otro caso mas paradigmático es el de la película Grenada, Grenada, Grenada moja de Roman Karmen y Boris Makaseiev, cuyas imágenes vieron la luz en 1967, casi treinta años después.
Viendo esto, rechazamos de lleno, por tanto, el análisis meramente cronológico, en dicho caso, podríamos falsear la realidad, ya que seria demasiado sencillo, atribuirle una cronología por creación, dejando de lado el proceso de montaje y exposición, o viceversa, ya que, la creación de estas películas, tiene una base ideológica muy importante, y un fin muy concreto como puede ser el propagandístico, y dicho fin, fracasó, fueron expuestas al público cuando poco o nada podían hacer, ya que la guerra había concluido, y estos filmes afines a la causa republicana y con una idea clara, sensibilizar a los gobiernos extranjeros para que intervinieran en la contienda española, por lo que, si atendiéramos a esta estructura, podría provocar evadir analizar la base ideológica debido a que estaríamos hablando de otro periodo, que no estaría comprendido entre las fechas.
Si quisiéramos estructurar el análisis a través de parámetros de nacionalidad, podríamos también errar, ya que, hay producciones internacionales y nacionales, donde nos encontramos varios países participantes, creándose realmente una red donde las nacionalidades es lo que menos prima, y donde nuevamente “el fin” es la base fundamental de las producciones.
En definitiva, para el análisis de las producciones de la guerra, debemos de seguir una línea que envuelva sobre todo la base ideológica, el fin de la creación.
Otra cuestión sería ¿Cómo nos enfrentamos teóricamente a la documentación? La historia del cine nace en Paris en 1925 con la publicación primitiva de Historié du cinématographie de ses origines à nos tours, escrito por G.M. Coissac, aquí nos encontraremos el primer intento de formulación teórica para crear una historia del cine, interesante sobre todo por su interés personal de alguien que creció en simultaneidad con esta nueva forma de expresión artística.
Viendo el carácter de fugaz del cine, ya que esta sometido por los circuitos comerciales, se ha pretendido crear una serie de inventarios con las creaciones desaparecidas.
Pero vamos a lo que nos interesa, como vamos a exponer y a analizar la información captada, una de las máximas de la Historia del cine (y de todas las disciplinas “históricas”), es que se escribe según la ideología del autor, de cuya ideología se tomara las formulaciones teóricas sobre “el cine”. Por poner un ejemplo, podemos comparar la historia del cine escrita por los fascistas franceses Bardéche y Brasillach (ed. 1935) y la escrita posteriormente por el comunista Georges Sadoul, donde podemos concretar esa máxima, donde no existe una historia del arte, sino unas historias del arte.
“El cine será popular o no será” (L`Humanité, 1926), esta frase de Couturier, nos desvela las teorías marxistas acerca del arte y del cine, como expresión máxima de una realidad social, donde se solicita que el film de manera automática sea reflejo de la sociedad donde se ha creado, Moissinac así lo había escrito en su obra de 1927 Cinema expresión sociale. La evolución de estas teorías llegarían a convertirse a las formulaciones basadas en la deconstrucción de los análisis promocionados por la revista Tel Quel en los años 70.
Tanto por mi ideología propia, cercana a concepciones marxistas a los postulados estructuralistas franceses y a las nuevas doctrinas anarquistas de la mano de Chomsky, que no pretendo ocultar, sino advertir, es lógica mi preocupación al intentar comprender lo social a través de las producciones de la guerra que reflejan dicho problema, sin dejar de lado a producciones meramente comerciales de la época. La propaganda será una de las armas utilizada por los distintos frentes, y esa propaganda será la que mas se analizara, el cine documental abarcara la mayor parte de las producciones. La estética por tanto, quedara sodomizada a la “ideología de las imágenes”, y sobre todo podremos comprobar como la estética esta al servicio de dicha ideología, y no al contrario, como pretenden envenenarnos las teorías burguesas, mas comunes en la enseñanzas universitarias y sus postulados teóricos.
En definitiva, la elección del tema “El cine de la Guerra”, viene dado, porque es aquí donde realmente y con mas claridad podemos afirmar que el cine como arte, es una expresión de las situaciones sociales que se viven en la época en que se crearon, una expresión donde las pasiones humanas como la rabia, el temor, la esperanza, etc… se ven conducidas por ese propio carácter realista y social, donde de la mano lleva recursos estéticos que le ayudan a perseguir el fin propuesto.
Dividiremos por tanto el estudio en, “el cine Bélico republicano”, donde incluiremos tanto el cine de los bandos ideológicos, anarquistas y marxistas, así como, las producciones internacionales afines, y por otro lado, hablaremos del “cine bélico franquista” y las producciones internacionales adscritas al alzamiento militar. En el bando republicano, comprobaremos como hay una gran cantidad de películas , y con una calidad que no se puede equiparan, ni por cantidad ni calidad al mal llamado bando nacional, los motivos son varios, en los que se debe de destacar, la importancia que el gobierno dio a este formato de masas, en los cuales, se podía hacer una buena propaganda a nivel nacional e internacional, otro motivo será, que los principales estudios de producción cinematográfica se encontraban en manos de los republicanos, como es el caso catalán y madrileño, por lo que dejaba al bando franquista, con unas instalaciones casi de campaña, como es el caso de Sevilla, sin dejar de mencionar que la mayoría de los intelectuales y artistas estaban adscritos a la republica, dejando al franquismo con los obsoletos planteamientos nacional-catolicistas, siendo por tanto, pocos los que podrían haber aportado “nobleza” al cine franquista.
Otro punto que se añadirá será las películas nacionales e internacionales, que nos muestran la visión que hoy en día tenemos del peor conflicto, mas sangriento y fraticida que halla sufrido la península ibérica, planteándonos la siguiente pregunta ¿Cómo no perder la memoria histórica a través del cine?, ya que uno de los componentes básicos del cine es lo que denominamos “ideología de las imágenes”, que son, aquellas imágenes que de alguna manera permanecen perenne en nuestra memoria. Teniendo como ultima adscripcion, la mágica y sensual “El laberinto del Fauno” una obra que se adentra en el seno de la contienda, causas y consecuencias.
En definitiva, intentaremos “comprender” y analizar la guerra civil española, la cual, la veremos a través de los ojos del cine, que se convierte en una de las mejores fuentes documentales, para el estudio de dicho trance.